La terapia especializada e individualizada favorece la adquisición de las habilidades y los logros de una maduración personal armónica
Previene o minimiza en lo posible el trastorno o alteración del desarrollo del niño/a y favorece su maduración y evolución global en la motricidad e integración corporal, en el desempeño cognitivo, en su estabilidad emocional, en el desarrollo de la comunicación y el lenguaje, en las habilidades sociales y en la autonomía.
En Ugatz elaboramos el perfil de desarrollo estudiando, evaluando y analizando cada caso individualmente mediante una valoración exhaustiva
Creamos su perfil del desarrollo basándonos en:
- Información aportada por la familia sobre aspectos psicológicos, pedagógicos y familiares
- Su historial clínico (antecedentes neonatales, informes neuropediátricos, etc.)
- Valoración objetiva mediante diferentes escalas y pruebas estandarizadas
- Valoración observacional del terapeuta.
Lo más importante es la aceptación del problema de la discapacidad del niño por parte de la familia, para así buscar las mejores soluciones.
La meta es procurar alcanzar un hogar estable y de aceptación que dé seguridad tanto al niño/a como al resto de la familia.
Normalmente el niño/a objeto del tratamiento no es el único que necesita atención, sino que muchas veces los padres también tienen un gran sufrimiento y deben llegar a aceptar la discapacidad de su hijo/a. A veces se debe replantear la organización familiar y adaptar el entorno a la discapacidad del niño/a, pero para primero debe darse la aceptación del problema para buscar y aplicar las mejores soluciones posibles.
Con los tratamientos personalizados conseguimos mayor desarrollo emocional, cognitivo, comunicativo, motor y de autonomía, alcanzando el/la niño/a su máximo nivel de maduración
Una vez establecido el perfil de desarrollo (específico de cada especialidad) y valorada la necesidad familiar, planificamos un tratamiento personalizado para cada niño/a, con el objetivo final de lograr del mismo el mayor desarrollo emocional, cognitivo, comunicativo, motor y de autonomía, promoviendo así que alcance su máximo nivel de maduración posible.
Para alcanzar el objetivo final seguimos tres objetivos generales:
Superar, minimizar o evitar
En todo lo humanamente posible los déficits en el niño/a debido a la alteración del desarrollo posible o ya diagnosticada. Teniendo como meta que el individuo se desenvuelva según sus capacidades, sabiendo que éstas se están desarrollando al máximo, seguro de sí mismo y lo más independiente posible según la etapa evolutiva.Atenuar o anular
los posibles riesgos futuros que pueda padecer el niño/a como consecuencia de su alteración del desarrollo o discapacidad. A fin de alcanzar ambas metas se interviene directamente con el niño/a, y se orienta a su familia nuclear y próxima y al entorno escolar (tutores y especialistas) para, con la coordinación oportuna, poder lograr que el medio en el que se desenvuelve el niño/a, le sea lo más favorable posible para su crecimiento y maduración.Orientar y ayudar
A la familia nuclear, mediante reuniones periódicas de información y asesoramiento familiar, para tomar conciencia y afrontar las necesidades del niño/a, además de entender las necesidades de la propia familia y ofrecerle acompañamiento y apoyo emocional cuando lo precisan.
La meta es procurar alcanzar un hogar estable, cálido, saludable, y de aceptación que dé seguridad tanto al niño/a como al resto de la familia
Normalmente el niño/a sujeto del tratamiento no es el único que necesita atención, sino que frecuentemente los padres también sobrellevan sufrimiento y preocupación que genera desequilibrios familiares; a veces se debe replantear la organización familiar y adaptar el entorno a la situación o discapacidad del niño/a. Para ello es de primer orden ir caminando hacia la aceptación de la situación para así buscar y aplicar las mejores soluciones posibles.